Un fusible es una tecnología que funciona según el efecto Joule: cuando se hace circular una corriente eléctrica por un cable, este se calienta con una potencia disipada proporcional a I² (corriente al cuadrado).
El fusible cuenta con un filamento que se funde a una temperatura específica, determinada por el tipo de material y su sección, lo que establece una característica propia relacionada con el efecto Joule: I²t. Como se ha mencionado, la temperatura de fusión del filamento puede variar según la temperatura ambiente.
El cuerpo del fusible (que rodea el filamento) contiene diferentes elementos según su tecnología, como polvo de sílice o aire. Dependiendo de la tecnología utilizada y el tamaño del fusible, este puede impedir que una corriente elevada provoque un arco eléctrico (cortocircuito) entre sus terminales.
En resumen, el fusible protege contra sobrecargas y cortocircuitos de manera similar a un disyuntor, aunque existen diferencias importantes que conviene conocer:
- No se puede rearmar una vez fundido
- En un circuito trifásico, una avería en un fusible no corta necesariamente las otras fases
- Ya no está autorizado en nuevas instalaciones domésticas
- Es más compacto que un disyuntor con la misma capacidad de corte
Para elegir un fusible, es necesario tener en cuenta:
- El calibre
- El tamaño del fusible o portafusibles
- El tipo de fusible: rápido, temporizado, convencional (Gg), o para motor (Am)
Si tiene fusibles en su casa, no es preciso preocuparse ni cambiarlos de inmediato.
